RESUMO
Antecedentes: existen múltiples enfermedades hematológicas en cuyas manifestaciones clínicas el bazo juega un papel importante. Objetivo: valorar el control de alteraciones hematológicas mediante esplenectomía. Material y métodos: entre mayo de 1994 y junio del 2000 realizamos 60 esplenectomías debidas a hiperesplenismo secundario a cirrosis hepática, linfomas de Hodgkin y no Hodgkin primarios de estómago, leucemia linfocítica crónica, púrpura trombocitopénica idiopática, esferocitosis hereditaria y anemia hemolítica autoinmunitaria. La evolución preoperatoria se caracterizó por remisiones y recidivas frecuentes e incluso refractarias al uso de corticoides. La esplenectomía fue electiva en 50 pacientes y de urgencia en 10 debido a hemorragia gastrointestinal y hematuria. El objetivo de la esplenectomía fue principalmente terapéutico, así como para establecer el diagnóstico y el estadio de los linfomas. Resultados: se logró controlar las alteraciones hematológicas en 93.4 por ciento de los casos. La colelitiasis y la hipertensión portal se asociaron en 33 por ciento de los pacientes con padecimientos hematológicos (esferocitosis y cirrosis hepática). No tuvimos complicaciones sépticas ni defunciones secundarias a la esplenectomía después de seis meses a cinco años de control posoperatorio. Conclusiones: a pesar del papel del bazo en las funciones inmunológicas y en los mecanismos de defensa contra las infecciones, comprobamos que la esplenectomía no es incompatible con la vida, además, la infecciones reportadas por otros autores no ocurrieron en nuestro estudio.